En un entorno laboral cada vez más dinámico y retador, la capacidad de comprender y gestionar nuestras emociones se ha convertido en un factor clave para el bienestar personal y el éxito profesional. La inteligencia emocional no solo mejora la forma en que enfrentamos el estrés o tomamos decisiones, sino que también fortalece nuestras relaciones, favorece un clima de trabajo saludable y potencia el liderazgo.
Desarrollarla no es un lujo: es una habilidad esencial para cualquier persona que desee crecer, conectar y contribuir positivamente a su equipo.
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN CINCO ESFERAS
- CONOCER LAS PROPIAS EMOCIONES
Conciencia de uno mismo / reconocer cuando surgen las emociones - MANEJAR LAS EMOCIONES
Capacidad de serenarse - LA PROPIA MOTIVACION
Ordenar las emociones al servicio de un objetivo - RECONOCER EMOCIONES EN LOS DEMAS
Empatía - MANEJAR LAS RELACIONES
Interacción serena con los demás
“Si no tenemos control de las emociones podemos
actuar de forma agresiva, herir a las personas y deteriorar las relaciones”
Emociones
(Alegría, ira, miedo, tristeza, desagrado, sorpresa, entre otros)
Reacciones psicofisiológicas automáticas
- Tiene rostro
- Intensas
- Tienen una repercusión física
- Corta duración
- Evento publico
Sentimientos
(Amor, odio, vergüenza, culpa, orgullo, esperanza entre otros)
Interpretaciones de las emociones – estado de animo
- No tiene rostro, debe manifestarse
- Larga duración
- Mas complejos (pasan por la corteza prefrontal)
- Evento privado
EL CICLO DE UN ASALTO EMOCIONAL
Para entender mejor cómo funcionan nuestras emociones y cómo influyen en nuestra conducta, es útil recordar que el cerebro humano integra distintas áreas que intervienen en nuestras respuestas. Algunas reaccionan de manera automática e instintiva, mientras otras nos permiten pensar, crear y regular lo que sentimos.
La habilidad fundamental de la inteligencia
Emocional es la conciencia de uno mismo, que nos permite
saber lo que sentimos mientras las emociones
se agitan en nuestro interior
